Esta fue la frase con que Abimael Guzmán, agarradito de la mano de Elena Iparraguirre y, en presencia de toda la dirección de sendero luminoso, le decía con sumisión a Vladimiro Montesinos por los acuerdos arribados, seguramente luego de varias reuniones, porque luego daría lectura a la declaración de “Acuerdo de Paz” con el gobierno fujimorista y por el cual sendero se desactiva y deja las armas.
Parecía que el sacrificio de sus militantes, el asesinato de los 9 estudiantes y el profesor de La Cantuta y la masacre de Barrios Altos en Lima no significaban nada para el “presidente Gonzalo” y aceptaba las condiciones de Fujimori y Montesinos a cambio de dormir en una sola cama con la Iparraguirre. ¿En dónde estaba la dignidad del Jefe de Sendero Luminoso y el feroz combatiente revolucionario?
La proyección del video entregado por Montesinos, con motivo de su presentación ante los tribunales, no deja la menor duda de la alianza que desde ese momento se estableció entre el fujimontesinismo y el senderismo, cuya proyección se da hasta hoy en todo el país, en especial en la región sur.
Es evidente que Montesinos amansó, como dicen en mi tierra, A SU MANERA al famoso Gonzalo, por eso le puso como telón de fondo la canción de Frank Sinatra, con cachita y con sorna.
Estos son ídolos de barro embadurnados de radicalismo y de un dogmatismo a prueba de balas y que todavía hablan de revolución.
Quién escribe, nunca tuvo dudas al respecto, ya que la firma del “Acuerdo de Paz” se efectuó días previos a que se realizará el referéndum del 31 de octubre de 1993 y que “ganara” fraudulentamente el fujimorismo, aprobando la vigente constitución de claro corte neoliberal y defensa plena de los intereses de los grandes empresarios nacionales, de los oligopolios y de las transnacionales.
Y, como no podía ser de otra manera, el fujimontesinismo difundió el “Acuerdo de Paz” a diestra y siniestra”, argumentando que la paz había llegado al Perú gracias a la estrategia del presidente Fujimori ¿A quien sirvió sendero y Abimael Guzmán?
Recuerdo que quienes hicimos campaña por el NO; quienes nos oponíamos a la privatización de la empresa pública y de PETROPERU; quienes recolectábamos firmas para impedir vía referéndum la reelección de Fujimori, éramos acusados por los senderistas de electoreros, cabezas de ánfora y traidores y, cuando el SUTEP hacía huelga, los principales cuchillos eran los seguidores de Abimael Guzmán aliándose con Dios y con el Diablo para sabotear esta lucha.
¿Quién es quién señores senderistas?
Aquí me quedo por ahora, pero volveré a deslindar campos con estos señores las veces que sea necesario.
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