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Alberto Moreno, secretario general del Partido Comunista del Perú - Patria Roja, es uno de los dirigentes acusados de terrorismo internacional por la Dircote, que ha pedido su detención. El cargo se basa en supuestos vínculos con las FARC de Colombia. Moreno niega la acusación y asegura que el único vínculo que ha tenido con las FARC ha sido una reunión el año 2001 con Nubia Calderón, representante de la guerrilla colombiana, que vino a Lima en busca de apoyo para el proceso de paz con el gobierno de Andrés Pastrana. “Todo fue abierto y legal. Después de esa reunión, no hemos tenido ningún otro contacto con las FARC”, asegura Moreno, quien en la siguiente entrevista analiza las intenciones de esta denuncia contra un sector de la izquierda y acusa al gobierno de ir hacia un régimen autoritario. También habla de Patria Roja, la unidad de la izquierda, Humala y las próximas elecciones.
¿Esta pensando pasar a la clandestinidad por esta acusación de terrorismo que le están haciendo?
No. Esta acusación es una patraña y, si nos quieren reprimir, aquí estamos, que nos vengan a detener.
¿Cuál es la intención de esta acusación: ¿detenerlos?, ¿desacreditar a la izquierda?
Esta acusación revela la intención represiva del gobierno de atacar a la izquierda y detener a sus dirigentes. El objetivo estratégico de esta denuncia apunta al 2011. La preocupación central de la derecha es cómo impedir que se proyecte una fuerza de cambio capaz de ganar esas elecciones. Por eso, el gobierno trata de satanizar a la izquierda, identificando terrorismo con todo lo que significa cambios y así generar miedo. Quieren neutralizar, arrinconar, intimidar y dividir a la izquierda. Se está creando un ambiente para justificar la represión y estas acusaciones son parte de esa estrategia. El problema para el gobierno es si podrá hacerlo…
¿Usted cree que podrá hacerlo?
Si existe un movimiento de masas grande que se enfrente a esa intención de la derecha, va a tener dificultades para hacerlo. Pero si no hay resistencia, pensará que el camino está allanado para que pueda actuar. Si piensa que con estas medidas reaccionarias y fascistoides nos va a intimidar, se equivoca. Si el gobierno da el paso de detener a los dirigentes de izquierda, eso llevaría al país a una situación de confrontación.
Ha dicho que uno de los objetivos de esta acusación es dividir a la izquierda, ¿esto puede dividirlos aún más?
Es lo que el gobierno busca y lo que nosotros trataremos de evitar. Creo que en la izquierda nadie toma en serio esta acusación de terrorismo. Por el contrario, los distintos grupos de izquierda se han solidarizado con nosotros y han rechazado esta ofensiva derechista y condenado la política de represión en marcha. Esta acusación va a ser un boomerang para el gobierno, porque de ella la izquierda va a salir fortalecida y con un sentimiento de unidad más vigoroso. Los distintos grupos de izquierda coinciden que frente a esta persecución hay que responder unidos, con claridad y firmeza.
¿Cuál será su respuesta?
Lo primero es esclarecer esta acusación para que la gente no se deje confundir por esta campaña de desprestigio y ablandamiento contra la izquierda. Lo segundo es que la gente se pronuncie en defensa de los derechos fundamentales y democráticos. Lo tercero, es que la población se convenza de que si queremos evitar situaciones de este tipo, tenemos que optar por el cambio. Vamos a recurrir a todos los mecanismos legales para parar esto. El hábeas corpus que hemos presentado para detener esta campaña, que tiene una amenaza real de represión, es el primer paso legal. También recurriremos a organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El gobierno asegura que no hay una persecución política contra ustedes.
Esas son palabras, pero los hechos concretos demuestran que sí hay persecución. Ahí están los documentos que lo prueban. El gobierno tiene una responsabilidad directa, eso es obvio. Esto responde a una estrategia política y esa estrategia la define la cabeza del gobierno, el resto son solamente los entes operativos que siguen un plan determinado. Los servicios de inteligencia y los aparatos represivos están al servicio de ese proyecto del gobierno.
¿Cree que Yehude Simon es parte de este plan de persecución contra la izquierda o espera que con su llegada al gobierno esta situación cambie?
A Simon le he escuchado decir que nosotros no tenemos nada que ver con el terrorismo y esa es una manera de demostrar su desacuerdo con lo que está ocurriendo. Pero no creo que Simon tenga la fuerza suficiente para poder modificar una estrategia que está más allá de su alcance. La hegemonía del gobierno la tiene el presidente García, no Simon.
¿El ministro del Interior, Remigio Hernani, debería ser censurado por este tema?
Desde luego que sí. Él ha avalado esta persecución y ha mentido cuando dijo que la fiscal había solicitado esta investigación.
¿Por qué cree que las acusaciones de vínculos con el terrorismo y de promover las protestas sociales que lanza el gobierno apuntan fundamentalmente a Patria Roja?
Necesitan un pretexto para intentar desacreditar las protestas sociales ligándolas con el terrorismo y creen haberlo encontrado en nosotros. Nos acusan de terrorismo porque piensan que somos el eslabón de la izquierda que puede ser más fácilmente confundido con opciones extremistas, terroristas, y porque saben que Patria Roja tiene una presencia de masas importante, es una fuerza sólida, con una estructura nacional, una militancia firme y quieren cortar su influencia.
Pero en las últimas elecciones, Patria Roja tuvo menos del uno por ciento de los votos.
Esa votación fue circunstancial. Mucha gente de izquierda terminó votando por Ollanta Humala porque consideraba que era una posibilidad de victoria.
¿Este gobierno es autoritario?
Hay una tendencia autoritaria muy clara que se está reforzando. El gobierno camina al autoritarismo. La persecución y el reciente proyecto de ley del gobierno que amenaza cerrar las organizaciones y empresas que opinen de manera distinta al gobierno, son parte de esa estrategia autoritaria. Con este gobierno se está reproduciendo lo que pasó con Fujimori, que ya demostró cómo camina la derecha...
¿El gobierno de García se parece al de Fujimori?
Creo que sí. Sus métodos, su forma de proceder son muy parecidos. La estrategia es la misma: perennizar el actual modelo económico y recurrir a todos los medios que sean necesarios para lograrlo.
Pero usted ha tenido gestos de cercanía con García. Incluso hace unos años celebró su cumpleaños con él.
El presidente García vino al local de Patria Roja el 2004 para saludarme por mi cumpleaños. García aspiraba a la presidencia y entiendo que tenía la necesidad de dar una imagen más progresista, y nosotros queríamos mostrarle al país una mayor apertura, pero nunca hemos tenido un acuerdo, un compromiso, ni un programa conjunto. Ahora tenemos posiciones radicalmente distintas, porque García defiende a rajatabla el neoliberalismo y nosotros estamos en contra.
Yehude Simon ha revelado que en una conversación privada usted le confesó que admiraba al presidente García y que lo calificó como un patriota. ¿Eso es cierto?
No es verdad. Simon recuerda mal o debe estar confundido cuando dice eso, que no es cierto.
“Humala debe ser el candidato de un frente de izquierda”
¿Cómo ve las posibilidades de que la izquierda se una en un frente para las elecciones del año 2011?
Posibilidades de ganar las elecciones el 2011 existen, por eso ocurre esta ofensiva de la derecha. Hay un avance importante para llegar a la unidad de todos los sectores socialistas, de izquierda, nacionalistas y progresistas. Debemos tener un proyecto común, porque separados le entregamos todo en bandeja a la derecha. La unidad es el primer problema estratégico a resolver. Podemos sacrificar cosas, flexibilizar nuestro programa, renunciar a cargos públicos, todo a cambio que se logre la unidad.
¿Cuáles son los principales obstáculos para esa unidad?
El principal obstáculo es la desconfianza. Pero se está superando la desconfianza y el enfrentamiento que hay entre los grupos de izquierda. Estamos trabajando para eso. Es cierto que la unidad no está avanzando a la velocidad que debiera; esperamos que el próximo año avance más aceleradamente. Creo que hay una posibilidad grande de lograr esa unidad. La derecha hará todo para impedirla, porque sabe que si esta se produce sus privilegios están amenazados.
¿Ollanta Humala debería ser el candidato de un frente de izquierda?
Así como están las cosas ahora, sí. Es el candidato que ha mostrado potencialidades en las elecciones pasadas y no podemos ser mezquinos. Tenemos que ver quién nos puede permitir llegar a los sectores más atrasados y medios de la población.
¿Es compatible el nacionalismo de Humala con las ideas de izquierda?
Es compatible para cumplir las tareas de hoy: de soberanía nacional, democratización, justicia social, regeneración moral. Para lograr eso se necesita un frente muy amplio. Sería un gravísimo error que la izquierda se encierre en sí misma.
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/entrevista/el-gobierno-camina-al-autoritarismo_28381.html
